Dani Bachero es un chef que sabe lo que quiere y cómo lo quiere. Su huella y su impronta personal acuñan en su restaurante de Utiel un sello particular y único basado en el sabor y el mestizaje de la innovación y la tradición con una verdad irrefutable: cocinar es amar.
Jordi Gil es un enamorado de la tierra valenciana, y los plasma sin ambages en cada proyecto gastronómico que encara, de forma clara y con pasión hacia el territorio, su materia prima y sus vinos.
La Guía Repsol ha incluido a La Romana de Bétera en su lista de Soletes elegidos por los mejores cocineros y cocineras del país. Esta distinción deja su sello en la trayectoria de este restaurante con gran personalidad, que basa su éxito en dotar de espíritu mediterráneo y calidad a las creaciones que surgen de sus fogones.
«Hay que ofrecer un producto de calidad como base y adaptarlo a los tiempos en que vivimos»
«Somos de Jijona, familia turronera, y también hacemos turrón en invierno. Pero prácticamente he estado en Burjassot desde que tenía tres años»
Hay quienes la conocen por abrótano, otros por manzanillera, en valenciano la llaman boja, pero en una conversación veraniega, Diego y Alba optarían por santolina. Sería así, como el nombre de esta herbácea de la familia de las asteráceas, de intenso aroma y amarillo color, vincularía su perfil con el sueño gastronómico de Diego Álvarez Pérez (Utiel, 1992)
“Tapavid existe, pero la gente no habla de ello, vienen o llaman para ver qué les da de comer Chelo”
En el centro neurálgico de Paterna encontramos uno de los templos por excelencia de la gastronomía en la Comunidad Valenciana. Porque si hablamos de carnes, de producto exclusivo y tapas creativas hemos de referirnos a Casa Toni.
En pleno centro de Valencia, en la calle Martínez Cubells, encontramos un establecimiento con raíces gastronómicas en el sabor de la ‘terreta’. Alenar, el proyecto de Jordi Gil, establece sus bases creyendo en el territorio, en su producto de calidad y sus vinos.
Hace poco más de un año, Paqui y Diego, Diego y Paqui, hacían pública su merecida jubilación. Con más de cincuenta años de profesión a sus espaldas el matrimonio fundador de La Plaza, cedían el testigo a sus hijos Paco y Diego, quienes portan en su ADN el espíritu gastronómico de la familia Gallego Ruiz.
