Jordi Gil es un enamorado de la tierra valenciana, y los plasma sin ambages en cada proyecto gastronómico que encara, de forma clara y con pasión hacia el territorio, su materia prima y sus vinos. La quintaesencia de todo ello ha llegado al barrio del Carme y se plasma a través de un nombre evocador: Borgia Winebar&Spirit

Texto: Manuel Andrés Zarapico - Fotos: Julio Fontán La Casa Peris, ubicada en el número 8 de la calle Caballeros, es un histórico edificio modernista proyectado en 1897 por el arquitecto José María Manuel Cortina, de trazas medievalistas y con un imponente aspecto que comparte fachada con la calle de los Borja. Y los Borja, o Borgia, son la familia valenciana más influyente de la historia, que contó entre sus miembros con dos papas y un santo, además de una poderosa mujer, Lucrecia, injustamente señalada a lo largo de los siglos. Con estos mimbres, Jordi Gil ha trenzado un tributo a esta familia ubicando en un edificio singular una propuesta gastronómica igualmente única. Borgia Winebar&Spirit representa una apuesta selecta y premium en el corazón del barrio del Carmen muy diferente a todo lo que le rodea, haciendo de esa excepcionalidad una virtud caudalosa. 

El local se ajusta a las dimensiones de una forma brillante, fruto del trabajo plasmado por el estudio Pont de Fusta y la labor de los artesanos que han dado forma al mobiliario y la decoración. Una imponente mesa de madera capitaliza el centro del espacio, vigilada por una lámpara de forja. Arriba, el reservado, con una capacidad para seis personas, y fuera, la acogedora terraza, suman junto al interior cerca de 40 plazas destinadas al disfrute, al viaje por un mundo de sabor y de vino.

«Amamos los vinos. Creemos que las cosas bonitas siempre pasan alrededor de una mesa con buen vino y buena comida». Y es que Borgia es un place to be donde disfrutar de vinos excepcionales y de bocados lujosos, como si de un festín renacentista se tratara.

A destacar, dentro de esta sugerente oferta, el vino en copeo, mediante el que se ponen a disposición de los comensales más de 40 referencias entre tintos, blancos, rosados, oranges, vermuts, dulces y espumosos. Y dos sugerencias edificantes que nos hacen son las rutas del vino por España, bien cuatro copas de vino, o tres copas de vino maridadas harmónicamente con tres tapas.

En la carta de tapas selectas se dan cita desde el tomate osmotizado, las anchoas López, navajas frescas con meunier de plancton, el espárrago DO Navarra con holandesa de trufa y mújol, la gamba roja de Dénia, y cómo no, las tradicionales coques valencianes o tablas de jamón, queso, pulpo y salazones, por poner algunos ejemplos. Irresistible.