Desde un símil directo con Julio César, eminencia que ahora mismo está siendo novelada por Santiago Posteguillo en una inusitada hexalogía (porque las trilogías a las que nos tiene acostumbrados no eran suficiente formato para abordar la magnanimidad del personaje, como argumenta), atribuiré al escritor aquellas palabras cuya áurea resonancia ha iluminado la historiografía clásica: “Veni, vidi, vici”.