Bodegas Schenk se fundó en Suiza, tierra de grandes vinos, en 1893, de la mano de Arnold Schenk que heredó de su padre la pasión por el vino y la tierra, y no tardó en convertir su firma en una de las compañías vitivinícolas más importantes a escala europea.

A día de hoy, más de 125 años después, la empresa sigue siendo propiedad de la misma familia y mantiene los valores tradicionales sin perder la esencia de una empresa familiar, aunque gestionado por profesionales. Bodegas Schenk tiene sociedades en Suiza, Francia, Italia, España, Alemania, Benelux y Reino Unido, estructura pan-europea que le ha convertido en una empresa única dentro del mundo del vino.

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