El mundo del vino está de luto por el fallecimiento, a los 83 años, de José María Gandía Perales, presidente de Bodegas Gandía y una personalidad histórica necesaria para comprender la evolución de la industria vitivinícola en los últimos 50 años. Y es que Gandía Perales, tercera generación de la familia, fue el responsable del primer vino embotellado valenciano.

Desde sus inicios en 1885, la actividad de Bodegas Vicente Gandía se centraba en la elaboración y comercialización de vinos a granel que exportaba a diferentes partes del mundo.  Todo cambió en 1971 cuando José María Gandía quiso dar un paso más allá, produciendo vino embotellado y con marca para ofrecer un mayor valor añadido a sus clientes.

José María bautizó al vino como Castillo de Liria, pensando en los afamados vinos franceses que casi siempre utilizan la palabra ‘château’, o lo que es lo mismo, ‘castillo’ en francés, ubicando el mismo en la ciudad de Liria que era el lugar de origen de estos vinos. El diseño original de la etiqueta también fue obra suya, pensando en ilustrar un castillo con un viñedo a sus pies, al más puro estilo de los grandes vinos franceses.

Castillo de Liria fue un hito en aquel momento, la marca que revolucionó el vino valenciano y un cambio de paradigma dentro del sector. Hoy en día, Vicente Gandia tiene presencia en 90 países, siendo la mayor bodega de la Comunidad Valenciana.